Artículo de las profesoras Patricia Represa y Dolores Hernández
La calidad académica es algo más que la excelencia académica
A raíz de la reciente noticia en la que un excelente alumno de bachillerato, premiado por su trayectoria académica, decía al auditorio presente, entre otros las autoridades educativas de la Comunidad de Madrid, que “La prioridad deben ser aquéllos que tienen más dificultades”, añadiendo que la “calidad educativa no puede reducirse a la excelencia académica, hemos reflexionado sobre cómo debe orientarse la calidad de la enseñanza universitaria y ver cuál es su desarrollo en nuestro Centro.
La calidad académica es algo más que la excelencia académica. No sólo son excelentes aquellos alumnos que obtienen excelentes resultados sino muy especialmente aquéllos que consiguen progresar desde circunstancias menos ventajosas, como sucede con los que tienen problemas familiares, o sufren apuros económicos, o padecen dificultades del aprendizaje.
Esto demuestra que la prioridad de la Universidad tiene que ser no aquéllos que obtienen excelentes resultados sino aquéllos que tienen más dificultades y las superan brillantemente.
El término calidad académica debe ir unido al de “transformación del estudiante”. Adquiere cada vez más relevancia la capacidad que demuestra el mismo para gestionar sus propios conocimientos y poder resolver con ellos las actividades con las que se enfrenta en su trabajo a lo largo de su vida.
Una educación de calidad es aquélla que produce cambios en el estudiante y lo enriquece, no sólo desde el punto de vista académico, sino personal.
Es aquélla que va a permitir a cada uno de los alumnos afrontar el futuro y su incorporación al mundo laboral con garantías y responsabilidad, sin miedos y con mucha esperanza.
Es aquélla que permite que el alumno desarrolle toda su capacidad de aprendizaje, y no sólo su capacidad intelectual, pues ésta es algo que la naturaleza nos da y no tiene ningún mérito en sí misma, mientras que aquélla, la capacidad de aprender, de esforzarse, es algo que todos tenemos y que el mérito es saberla desarrollar.
Si realmente esta es la calidad de la enseñanza, el CES Cardenal Cisneros está próximo a conseguir la misma por cuanto cada uno de los alumnos que ha pasado por sus aulas ha podido comprobar que sus circunstancias particulares se han tenido en cuenta para orientar su trayectoria académica y obtener su máximo rendimiento, que no sólo se corresponde con un expediente brillante sino como la oportunidad de poder alcanzar sus metas. Sólo a través de un trato personalizado con el alumno, conociendo las necesidades de cada uno, se puede lograr la calidad educativa.
Dolores Hernández
Patricia Represa
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