tratamientos de recuperación de adicciones

El profesor Antonio Jesús Molina aborda los tratamientos de recuperación de adicciones en su primer libro

Antonio Jesús Molina es doctor en Psicología y antropólogo social. Imparte clase en el CES Cardenal Cisneros en el grado en Psicología y acaba de publicar su primer libro ‘La recuperación de adicciones en Europa’, que parte de su tesis doctoral. Charlamos con él sobre las motivaciones que lo han llevado a investigar sobre este tema y sobre el presente y el futuro del tratamiento de las personas con adicciones.

  • Lo primero es por qué surge el interés por este tema. De dónde nace la idea de escribir este libro.

Comencé a trabajar en tratamientos de adicciones cuando terminé la carrera de Psicología, al conocer las personas que sufren los problemas de adicción, sus esperanzas, dificultades, necesidades…fue cuando empecé a investigar sobre el problema y a evaluar centros y programas, tanto nacionales como internacionales. Posteriormente decidí hacer el doctorado en la UCM. El resultado fue una tesis doctoral que estudiaba los factores psicosociales implicados en la recuperación de las personas con problemas de adicción, que se ha convertido en este libro.

  • Las adicciones son un problema social importante desde hace décadas. ¿Cómo han evolucionado? ¿Se puede hablar de perfil o perfiles de adictos?

Sí se pueden determinar varios perfiles y características diferentes según variables, no siempre las que tenemos en mente como las significativas para el perfil “adicto” o “drogodependiente”. Hoy en día, el perfil de consumo de heroína es minoritario y suele tener dispositivos adaptados. Sin embargo, hay otros perfiles como las personas consumidoras de alcohol y psicofármacos, las mujeres que tienen un problema con las sustancias e hijos a cargo o los jóvenes que empiezan a tener consecuencias del consumo, pero no entran en el estereotipo de adictos, estos perfiles tienen serios problemas para ser identificados y atendidos debidamente. Por eso, el libro se basa más en la recuperación que en la sustancia, porque es la combinación de factores la que ayuda para la recuperación y no solo la sustancia principal de consumo.

  • ¿Cómo han ido cambiando los tratamientos y cómo ha influido eso en la recuperación de las personas con adicciones?

Los tratamientos han empeorado gravemente durante el siglo XXI. Actualmente, el acceso a programas de calidad que trabajen aspectos psicológicos y sociales es mucho más difícil que al inicio del siglo. El dominio del modelo biomédico o su sucedáneo sociosanitario ha reducido la atención a los grupos que no forman parte del espectro habitual de adicción. Por eso, muchísimas personas buscan recursos privados donde poder sentirse integrados y muchísimas personas más no reciben atención al no poder pagarla. El caso de las mujeres y los jóvenes que necesitan ayuda por el uso de sustancias u otras conductas adictivas es un desastre que debería ser inaceptable. 

  • ¿Se adaptan los programas de recuperación actuales a las necesidades de las personas adictas?

No, por desgracia. Y para más gravedad, la atención pública se ha deteriorad. La atención es cada vez más farmacológica y menos psicológica y social, menos integral e integradora, cada vez más reduccionista en la intervención y muy poco adaptada a las nuevas realidades que actualmente suceden. Toda esa inversión en investigación basada en aspectos genéticos o cerebrales no ha generado tratamientos mejores y accesibles para las personas que necesitan ayuda para resolver sus problemas con las adicciones. 

  • ¿Qué factores son los que influyen de forma más determinante en ese proceso de recuperación?

Pues habitualmente se puede predecir una mejor recuperación cuando se trabaja bien el apoyo social, la integración laboral, el tiempo libre y el trabajo motivacional. También la adherencia al tratamiento, muchas veces más que al tipo de tratamiento que se haga. Ojo, hablamos de un problema multifactorial, por lo que es la interacción entre los factores lo que mejora la recuperación

  • ¿De qué manera se consigue que la persona adicta tenga calidad de vida no sólo cuando ya esté recuperada, sino también durante el periodo de recuperación?

Sobre todo, atendiendo a sus necesidades, dudas y expectativas, fomentando la participación activa y evitando que se convierta en un receptor pasivo de tratamiento y fomentando la actividad dentro y fuera del tratamiento. 

  • ¿En qué sentido se está avanzando actualmente?

Hoy día la esperanza es que se trabaje de manera diferente con los usos inadecuados de tecnología, que pueden ser los que cambien el tipo de intervención. Sería espectacular que los programas de tratamiento fueran avanzando a modelos basados en datos, dinámicos y flexibles. Tenemos cada vez más herramientas, hay que transferir lo que se conoce para mejorar la vida de las personas.

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