Excelencia con nombre propio
Siete alumnos de los grados de Psicología y Derecho obtienen matrícula de honor en su TFG
Conseguir una Matrícula de Honor no es fácil. Requiere esfuerzo y constancia. Eso es algo que saben bien los siete alumnos del CES Cardenal Cisneros que han logrado la máxima calificación en sus trabajos fin de grado. Seis han cursado Psicología en nuestro centro y uno se ha graduado en Derecho. Todos coinciden en que para lograr esta puntuación ha sido necesario mucho trabajo y dedicación y afirman que no se esperaban una valoración tan alta, aunque sí eran conscientes de que presentaban un proyecto de calidad ante sus tribunales evaluadores. El acompañamiento de sus tutores y el apoyo de su entorno han sido claves para conseguir su objetivo.
Olatz Otero, graduada en Psicología, se siente orgullosa de haber logrado dar visibilidad al colectivo LGBT con su TFG ‘Duelo no reconocido: silencio social’. Tutorizada por Sonia Diéguez, este trabajo le ha servido como punto de inicio, porque su intención es seguir investigando. Afirma que le resultó relativamente avanzar “por la cercanía de la temática” con su experiencia y el gran interés que tenía para ella el asunto. “Lo más difícil fue comenzar a escribir”, pero los consejos y el acompañamiento de su tutora le ayudaron a afrontar sus dudas y miedos.
También ha cursado el grado de Psicología Carmen María Plaza que quiso dar visibilidad a “un tema tan árido como es el dolor crónico”. “Poder relacionar la salud con la psicología siempre ha sido un ámbito de interés”. Coincide con su compañera en que “en ningún momento habría pensado que considerarían mi trabajo como excelente”. También tutorizada por Sonia Diéguez, destaca igualmente su extraordinaria implicación. Ahora cursará el máster de Psicología General Sanitaria también en nuestro centro.
En el grado de Derecho, sólo Javier Moreno logró la máxima calificación con un trabajo muy pegado a la actualidad ‘El Estado de Alarma ante la Covid-19’. Tiene claro que la clave para hacer un TFG satisfactorio es el trabajo “duro y de forma constante”. Su tutor, Ibor Fernandes, “ha sido de gran importancia” porque le ha ayudado en todo momento. Su intención ahora es seguir formándose y comenzar su doctorado, además de realizar el máster de acceso a la profesión de abogado. Cuando el tribunal le dio a conocer su calificación asegura que: “Sentí una gran satisfacción y que todo mi esfuerzo había sido valorado y merecido la pena”.
Todos estos alumnos, ya graduados, han hecho un esfuerzo extraordinario para obtener un resultado extraordinario. Por eso los profesores encargados de evaluar sus trabajos han querido reconocerlos con la máxima puntuación, algo como todo lo excelente no es fácil de lograr.
Como ellos tres, Daniel Prior, ha logrado también matrícula de honor por su trabajo ‘Sectas: persuasión coercitiva’, tutorizado por Miguel Ángel Estévez. Para este alumno las sectas siempre habían sido algo “muy interesante y enigmático” y por eso eligió el tema. Asegura que nunca ha sido un estudiante con “notas excesivamente altas”, por lo que la sorpresa cuando conoció la nota de su TFG fue enorme. “Estaba satisfecho con lo que entregaba”, indica, aunque sin esperar el máximo reconocimiento. En el proceso se involucró al máximo y eso es precisamente lo que aconseja a sus compañeros, que lean todo lo posible sobre el tema que escojan, “incluso en su tiempo libre”. La elección del tutor también es clave. “Si sientes que a tu tutor también le ilusiona tu trabajo, te motivas más”, resalta.
Ana Puebla, por su parte, tuvo claro desde el primer momento que quería elegir un tema novedoso y optó por la Neuromodulación. El principal escollo que se encontró en su camino tuvo que ver con que se trataba de un tema muy específico, por lo que ha tenido que leer artículos de investigación “bastante complejos”. Al igual que sus compañeros la nota le pilló de sorpresa y se sintió “eufórica”. Recomienda a todos los alumnos que este año tengan que realizar su trabajo que elijan un tema que de verdad les guste y reconoce, como no, la labor de su tutora, la profesora Inmaculada Crespo.
“Sentí una grandísima satisfacción. Me lo tomé como una recompensa a todo el esfuerzo desarrollado tanto en el TFG como durante los cuatro años de carrera”. Así lo afirma Javier Moñino que con su trabajo ‘Conciencia de enfermedad en esquizofrenia’ logró también la Matrícula de Honor. Como para otros estudiantes, para este estudiante de Psicología la implicación de su tutora, Mónica Dompablo, ha sido imprescindible. A los futuros estudiantes que se enfrenten a su TFG les recomienda que “hagan suyo” el tema que escojan, que les guste de verdad, “porque le van a dedicar un gran número de horas”.
Alicia González siempre ha tenido problemas de sueño, por eso cuando escogió su tema la ‘Fisiología del sueño’ lo tomó como algo personal. “Me resultaba tan cercano e interesante que ha hecho que me involucre más”. Reconoce que ha habido momentos en los que no le veía el final y que no esperaba una calificación tan alga. “Al principio estaba incrédula, tardé unos días en asimilar todo lo ocurrido”, explica. Tiene claro que lo mejor de este proceso ha sido “el orgullo que sentían mis padres” con el resultado obtenido y deja claro que el papel de su tutora Inmaculada Crespo “ha sido decisivo”.
Todos estos jóvenes inician este curso caminos distintos. Algunos seguirán ligados al CES Cardenal Cisneros, otros se incorporarán al mercado laboral y los habrá que se sigan formando en otras aulas. Su esfuerzo ha obtenido resultado. Y en nuestro Centro nos sentimos profundamente orgullosos de haber podido otorgar siete matrículas de honor.
Por qué estudiar en el CES Cardenal Cisneros
PONTE EN CONTACTO CON NOSOTROS